En las tres ciudades ya se realizan pilotos y se desarrollan herramientas para ser más sostenibles y eficientes, al analizar toda la información generada.
Málaga, Zaragoza y Santander son las primeras ciudades que se unen al proyecto de Smart cities CIUDAD 2020, de manera que en ellas se implementan los primeros desarrollos y pruebas, orientados a desarrollar un nuevo modelo de ciudad inteligente, eficiente y sostenible, en el que el ciudadano es el principal agente de cambio.
En las ciudades mencionadas se prueba el valor del ciudadano como “sensor”, capaz de generar una enorme cantidad de datos, a través del uso de las infraestructuras urbanas, como el transporte público o los aparcamientos; de las aplicaciones móviles, que permiten al ciudadano registrar incidencias en una plataforma global; o de las redes sociales, a través de las que puede compartir su ubicación y contenido multimedia como mensajes o fotos.
En Málaga y Zaragoza se realizan pruebas para localizar las áreas de la ciudad con mayor actividad social y los puntos de interés para mejorar la gestión, mediante la información que ofrecen las redes sociales. Gracias al geo-posicionamiento de los mensajes y a los algoritmos de minería de datos, se pueden identificar las zonas más activas y al analizarlas - junto con los hashtags, las trayectorias- se puede modelar el comportamiento de la ciudad.
La información capturada por el “sensor ciudadano” es integrada en CIUDAD 2020 con otras fuentes de captura de datos más tradicionales, como son las redes de sensores inalámbricas (WSN).
En la ciudad de Santander, se despliega una red de nodos inalámbricos para la monitorización de parámetros medioambientales (niveles de CO2 o de contaminación acústica, entre otros), que permitirá la creación de servicios como una herramienta de generación de alertas de contaminación, basada en modelos de predicción. Se trabaja en el despliegue de redes inalámbricas de monitorización en edificios y espacios públicos para mejorar la eficiencia energética de estas infraestructuras e impulsar la nueva normativa de eficiencia energética a nivel nacional.
En Santander, Málaga y Zaragoza se realizan varios pilotos para probar servicios y aplicaciones que impulsen la movilidad sostenible y eficiente. Se ha diseñado una herramienta que permite calcular las mejores rutas al combinar diferentes medios de transporte público y privado; y se prueba una red de sensores inalámbricos destinada a monitorizar las plazas de aparcamiento.