A través de la compra, se unirán la tecnología e innovación desarrollada en los centros de investigación y desarrollo de Hisense dentro de las pantallas Sharp para ofrecer calidad.
Hisense compró la planta de Sharp en Rosarito, por alrededor de $23.7 millones de dólares, cuya operación le dará derecho a usar el nombre de Sharp y todos sus recursos; además, se encargará de la producción total de pantallas planas y distribución para América, a excepción de Brasil-.
La operación ayuda a Hisense a reafirmar su liderazgo en la fabricación de pantallas planas, y permitirá mejorar los costos de producción para el fortalecimiento de la marca. Asimismo, Sharp mantendrá su nombre y se enfocará en posicionar las pantallas Premium de gran resolución que van de 43” hasta 75” pulgadas.
David Gold, director de Hisense México, precisó que con esta adquisición, Hisense logrará el control del negocio de las televisiones de Sharp en el continente americano, lo que aportará un incremento de en sus ingresos de $2,000 millones de dólares.
Hisense se centrará en la producción de pantallas de tamaño promedio desde 32” hasta las 64 pulgadas.