Promover el aprendizaje intergeneracional, espacios de escucha activa y una cultura de respeto mutuo como base para equipos más productivos y cohesionados es primordial.
En el contexto empresarial actual, donde conviven generaciones con realidades, valores y expectativas distintas, comprender qué atrae y retiene a los talentos más jóvenes se ha convertido en un factor estratégico. La capacidad de una organización para adaptarse a estos perfiles es decisiva para su competitividad.
1. Propósito y valores claros. A diferencia de generaciones anteriores, Millennials y Generación Z priorizan empresas con un propósito definido y compromiso real con causas sociales y ambientales. No buscan únicamente un salario competitivo, sino trabajar para organizaciones que generan un impacto positivo en la sociedad.
2. Flexibilidad y equilibrio vida-trabajo. Modelos híbridos o remotos, horarios flexibles y una cultura que promueva la calidad de vida son requisitos clave para los talentos jóvenes. Para ellos, la productividad se mide por resultados y entregas, no por la cantidad de horas presenciales.
3. Cultura de innovación y tecnología. Habiendo crecido en un entorno digitalizado, valoran empresas que adoptan tecnología, metodologías ágiles e inteligencia artificial. La resistencia a la modernización puede generar frustración y desmotivación. Organizaciones que fomentan la experimentación y aceptan el aprendizaje a partir de errores transmiten confianza e incentivan la innovación.
4. Desarrollo y crecimiento profesional. Millennials y Generación Z conciben el trabajo como una plataforma de desarrollo continuo. Valoran programas de mentoría, planes de carrera estructurados, capacitaciones y feedback constante. Empresas que ofrecen este acompañamiento logran retener a estos talentos por más tiempo.
5. Entorno colaborativo e inclusivo. Ambientes donde la diversidad y la inclusión son pilares resultan altamente atractivos. Políticas de equidad, grupos de afinidad e iniciativas que promuevan el respeto y la colaboración horizontal fortalecen el sentido de pertenencia.
6. Comunicación abierta y horizontalidad. Los jóvenes profesionales esperan transparencia y acceso a la comunicación con líderes y equipos. Herramientas internas efectivas, reuniones abiertas y canales seguros para dar y recibir feedback aumentan el compromiso y fortalecen la cultura corporativa.
Gestionar la convivencia generacional
La interacción entre diferentes generaciones puede generar roces si no se gestionan las expectativas y estilos de comunicación; por ello se recomienda promover el aprendizaje intergeneracional, espacios de escucha activa y una cultura de respeto mutuo como base para equipos más productivos y cohesionados.