La IA no solo puede recopilar y analizar datos de maneras casi infinitas, sino también ayudar a abrir nuevos caminos que incluso optimicen las actividades administrativas como la evaluación y planeación de clases.
La inteligencia artificial generativa se está convirtiendo en una parte habitual de nuestra vida cotidiana. Pero ¿cómo se han estado adaptando las instituciones de educación superior a su presencia y uso?
Según la encuesta “Futuro de la inteligencia artificial en educación en América Latina”, la mitad de los expertos opina que la IA tendrá un impacto profundo y gradual en la educación hasta 2030 en América Latina.¹
En la actualidad, las instituciones están siendo cautelosas sobre el uso de la IA en la educación; muchas están observando y esperando para comprender mejor las implicaciones de estas nuevas herramientas antes de saltar a hacer grandes inversiones en tecnologías o cambios amplios en sus políticas.
Consideramos que la IA brindará aportaciones considerables al sector, entre las que destaca un mayor y más fácil acceso a educación de alta calidad.
En un nuevo informe, realizado en colaboración con la Asociación Canadiense de Investigación del Aprendizaje Digital (CDLRA), se profundiza en algunos de los detalles de cómo el profesorado, el personal escolar y las instituciones están desarrollando políticas, regulaciones y directrices en torno al uso de la IA generativa. Un tema urgente hoy, pues de acuerdo con el Foro Económico Mundial, para 2025 surgirán 97 millones de nuevos empleos adaptados a la nueva relación entre máquinas y personas.
Los resultados del estudio muestran que la percepción y el uso de la IA, por parte del profesorado, varían desde el optimismo hasta la preocupación. Mientras que algunos no quieren tener nada que ver con la herramienta, otros la han utilizado para la planeación de clases y alentado a los estudiantes a usarla como un "experto al lado" o como una herramienta de apoyo para escritura.
De acuerdo con este estudio, muchas instituciones se encuentran en las primeras etapas del desarrollo de directrices sobre el uso de la inteligencia artificial para la educación. En consecuencia, su uso no está estandarizado entre el profesorado y el personal escolar, sino que se utiliza de forma individual. Solo 13% de las instituciones encuestadas tienen políticas vigentes en torno al uso de la IA y 24% de los encuestados desconocen si su institución ha establecido directrices.²
¿Influye el nivel educativo en la implementación de IA?
De acuerdo con una encuesta realizada en Latinoamérica¹, la educación superior es el nivel académico con mayor relevancia en el uso de inteligencia artificial en el presente, y la que mayor proyección tendrá en el futuro, de acuerdo con la opinión de expertos académicos, de gobierno y del sector privado, y se espera que las universidades sean quienes lideren en el futuro, el desarrollo y la implementación de esta tecnología en la educación.
Este efecto ya está siendo tangible en instituciones como la Universidad de Maryland, quienes están adoptando una postura institucional de incorporación de herramientas de IA y apoyar su uso responsable por parte del profesorado y los estudiantes.
Parte de la narrativa en torno a reinventar la educación superior con ayuda de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, parece estar orientada hacia un enfoque en la deshonestidad académica y con una urgente necesidad de políticas o directrices; sin embargo, cerrar las puertas al uso de esta nueva tecnología parece no ser la respuesta.
En estos tiempos tan retadores para el sector educativo, se requiere proveer a los estudiantes de experiencias de aprendizaje personalizadas e innovadoras que los ayuden a tomar conciencia de su verdadero potencial; la comunidad académica requiere de herramientas que ayuden a transformar la enseñanza y el aprendizaje, y la inteligencia artificial es una de ellas.
¿Cómo preparar a las instituciones para trabajar con IA?
Una de las recomendaciones para preparar a las instituciones para operar con IA, es que los líderes institucionales dejen claras sus posturas, orientación y políticas en torno a la IA para el profesorado, generando políticas que apoyen un entorno de aprendizaje y experimentación respecto a las aplicaciones de inteligencia artificial, centradas en aprovecharlas para una mejor enseñanza y aprendizaje.
Asimismo, las instituciones deben mirar más allá del entorno del aula al considerar la integración de la inteligencia artificial para la educación, integrándola en operaciones más amplias dentro de los campus y en el mundo laboral futuro para los graduados universitarios. Por ello, la capacitación desempeñará un papel clave en la integración de la IA en la educación superior, específicamente para el profesorado y el personal escolar.
El futuro de la inteligencia artificial y la educación superior
El uso de la IA para innovar en la educación superior puede ayudar a ampliar la forma en que el profesorado, el personal escolar y los estudiantes aprenden; la IA no solo puede recopilar y analizar datos de maneras casi infinitas, sino también ayudar a abrir nuevos caminos que incluso optimicen las actividades administrativas como la evaluación y planeación de clases.
Fuentes:
¹ El futuro de la Inteligencia Artificial en educación en América Latina. ProFuturo y OEI (2023)
² Generative Artificial Intelligence in Canadian Post-Secondary Education: AI Policies, Possibilities, Realities, and Futures. CDLRA (2023)