La meta de la facturación electrónica es simplificar la administración de una empresa y la generación de ahorros internos.
Junto con la llegada del 2011, llegaron también muchos cambios; en el terreno comercial uno de ellos es transitar a la facturación electrónica. La mayoría de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en el mejor de los casos se encuentran en dudas, algunas todavía no tienen información sobre la obligación que existe a partir de este año en emitir comprobantes fiscales digitales y otros tantos no le han prestado atención al tema.
Durante el 2010, la emisión de Comprobantes Fiscales Digitales o CFD fue un método alternativo de comprobación fiscal, sin embargo la emisión obligatoria inició este 1 de enero de 2011. El 14 de septiembre de 2010 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las reglas para iniciar de manera paulatina el uso generalizado de la factura electrónica.
Hay muchas dudas aún sobre quiénes a partir de 2011 están obligados a emitir CFDI o Factura Electrónica y son los contribuyentes con ingresos superiores a 4 millones de pesos al año; los contribuyentes con ingresos acumulables iguales o menores a 4 millones de pesos al año, todavía no.
El efecto de la adopción podría tenerse antes, a pesar de la prórroga por ley otorgada, esto debido a que podría presentarse un efecto dominó que consistiría en que, sin tener la obligación fiscal, aparecen factores suficientes como costos, ahorro, tiempo, seguridad, prácticas comerciales y aspectos de conciencia ambiental que hagan adoptar el sistema de facturación electrónica antes de tiempo.
El proceso
Hay que entender que el proceso no sólo es cambiar del papel a formato digital. Es un cambio cultural, implica ser más productivos, rápidos y eficientes; ahorrar costos y tiempo. Adicional a estas ventajas en la gestión y administración comercial es importante no perder de vista los beneficios que tendremos todos en el aspecto ecológico, la preservación de la naturaleza que supone la eliminación del papel.
Hay que tener cuidado con los que pretenden dar este servicio, ya que nos pueden engañar fácilmente o hacernos caer en un gasto innecesario que no tomamos en cuenta al momento de tomar una decisión, como la compra de una póliza de soporte, anualidades, activaciones, módulos, etcétera.
Un ejemplo es Facturala.com en donde la facturación electrónica se lleva a cabo a través de una aplicación web, lo que se traduce en beneficios para el usuario; primero los costos son muy accesibles, no tienes que instalar nada en tu computadora. El acceso es por medio de Internet lo que permite tener toda una plataforma a tu disposición, logrando administrar, realizar búsquedas, controlar folios y series, hacer cancelaciones, reimprimir, redistribuir, almacenar y otros servicios.
Datos de la Asociación Mexicana de Estándares para el Comercio Electrónico (AMECE-GSI México) indican que desde el 2005 –cuando las empresas comenzaron a emitir la facturación electrónica- al 4 de enero de 2010, se habían registrado en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) 26, 512 contribuyentes que emitieron comprobantes fiscales digitales: 17,540 son personas físicas y 8, 972 personas morales.
Se tiene estimado que para el 2012, alrededor de 90% de las empresas estarán trabajando ya bajo este esquema, son números del SAT con base a las tendencias que ha mostrado la facturación electrónica desde el año 2005. Por eso, no hay que quedarse atrás.