Las transacciones financieras requieren de un proceso de validación que resuelve el blockchain, permitiendo a los usuarios contar con el ‘libro de contabilidad’ virtual donde se registra cada operación.
El bitcoin se ha convertido en la moneda virtual más emblemática del mundo en los últimos años, la cual utiliza protocolos y una red P2P (Peer-to-Peer) o entre pares para realizar sus transacciones, funcionando directamente entre los usuarios. En ese sentido, más allá de su impacto en la industria y el mercado financiero, esta divisa se ha convertido en el impulsor de una serie de tecnologías que promueve la innovación en otros campos.
El bitcoin, que ha sufrido una fuerte desvalorización y volatilidad en los últimos meses, se perfila como la criptomoneda de mayor respaldo global, ya que cumple plenamente con su objetivo: evitar la mediación de bancos, empresas o entidades reguladoras, impulsando el uso universal de las billeteras virtuales. En términos generales, para cumplir el objetivo de su creación, éste requiere de un máximo nivel de seguridad para las transacciones, es decir, debe existir una encriptación de alta confiabilidad y un registro fiable que validen las transacciones.
Cadenas de bloques
La tecnología central en esta moneda virtual opera bajo el nombre de blockchain o cadena de bloques, la responsable de que sea posible cumplir con las condiciones mencionadas. Las transacciones financieras requieren de un proceso de validación que resuelve el blockchain, permitiendo a los usuarios contar con el ‘libro de contabilidad’ virtual donde se registra cada operación.
De esta manera, blockchain se convierte en una especie de base de datos segura que permite que los registros -o bloques- de las transacciones se realicen de forma confiable y, la vez, sean validados por otros nodos (usuarios). La forma de operar con este sistema consiste en que cuando se realiza una transacción, como una transferencia de fondos de moneda virtual, ésta, en conjunto con otras transacciones realizadas en ese momento, se presente al resto como un bloque para que los nodos conectados puedan aprobarla y añadirla a la cadena, dejando un registro válido, indeleble y transparente de esta operación y del resto en el mismo bloque.
Gracias a sus virtudes en términos de seguridad y validación, esta tecnología se ha ido consolidando como un nuevo formato de contabilidad digital y abierta, donde todos los usuarios son capaces de acceder a la misma información y en el momento mismo en que se realiza una transacción. Las tecnologías asociadas a los blockchain no son del todo nuevas, mas sí lo son su integración y filosofía, las cuales establecen transacciones confiables entre usuarios sin necesidad de terceros como aval, a diferencia del mundo financiero tradicional. Esto se debe a que cada operación queda registrada y ‘sellada’ inmediatamente en cada uno de los nodos que compone la red, es decir, no puede ser alterada en forma posterior. Hecho que en el ámbito del dinero es un elemento determinante.
Industria 4.0, tendencia con múltiples aplicaciones
Las iniciativas que buscan aprovechar el blockchain abren las puertas para ampliar su radio de acción, utilizándose para almacenar, registrar y verificar datos de empresas que requieran de consultas futuras, realizar transacciones relacionadas con gestión de identidades, fungir como sistema automatizado de seguridad, entre otras.
De acuerdo con Gartner, consultora de TI, blockchain es, junto con la Inteligencia Artificial, Big Data y el Internet de las Cosas (IoT), una de las cuatro tecnologías centrales que provocarán que este año se dé un aumento de 45 % en el gasto en TI a nivel mundial.
Sin embargo, este nuevo instrumento financiero podría tener muchas más aplicaciones que las relacionadas estrictamente con las monedas virtuales o fintechs, debido a que en el contexto de la digitalización existe un natural aumento y diversidad de las actividades online con sus consiguientes requerimientos de seguridad, privacidad y validación.