La principal razón por la que las empresas no prteges sus aplicaciones es por su prisa para liberarlas; alrededor de 40% de las empresas no toman acciones de protección.
50% de las grandes empresas desarrolladoras de aplicaciones móviles no invierten en la seguridad y 40% de ellas no toman las precauciones para proteger las aplicaciones móviles que desarrollan para sus clientes, según un estudio de IBM y el Ponemon Institute en nivel mundial.
El estudio indica que el número de ataques relacionados con la seguridad de los dispositivos móviles aumenta y que afectan a más de 11.6 millones de dispositivos móviles, debido a que loshackers aprovechan la popularidad de las apps móviles inseguras y de las redes WiFi públicas para ingresar a la información que se almacena en los dispositivos móviles.
La investigación reveló que 33% de las empresas nunca prueba sus aplicaciones, lo que significa múltiples puntos de entrada para aprovechar las vulnerabilidades. Asimismo, se reveló que los hackers usan la popularidad de las apps móviles inseguras, redes públicas de Wi-Fi y más para acceder a los datos valiosos que se guardan en los BYOD y dispositivos corporativos móviles.
Caleb Barlow, Vicepresidente de Administración de Tecnología Móvil y Seguridad en IBM, precisó que la seguridad en las aplicaciones móviles no es un aspecto prioritario para las compañías desarrolladoras, de manera que los hackers tienen más posibilidades de revertir las apps de ingeniería, eliminar las restricciones de hardware del OS de los dispositivos móviles y acceder a los datos confidenciales.
Entre las empresas analizadas, cada una gastó en promedio $34 millones de dólares anualmente en el desarrollo de aplicaciones móviles; de este presupuesto, sólo se asignan 5.5% para proteger las apps móviles de ataques.
De acuerdo con el estudio, 65% de las organizaciones indican que la seguridad de sus apps a veces se pone en riesgo debido a la demanda o necesidad del cliente y 77% indica que como la principal razón por la que las aplicaciones contienen código vulnerable es la “prisa para su liberación”.
Aunque la mayoría de los empleados son “usuarios pesados de aplicaciones”, 55% indican que su empresa no tiene una política que defina el uso aceptable de las apps móviles en el lugar de trabajo y 67% de las compañías permiten que los empleados descarguen las aplicaciones no vetadas a sus dispositivos de trabajo.
